domingo, 11 de mayo de 2014




Una nueva invasión

Canarias se prepara contra la llegada 

del mosquito del dengue

basilio valladares Canarias se prepara contra la llegada del mosquito del dengue
FOTO DA
Científicos y autoridades, en la primera línea de esta guerra
Son los tres personajes claves a la hora de evitar en lo posible que el dengue cause estragos en Canarias. En primer plano está Basilio Valladares, director del Instituto Canario de Enfermedades Tropicales y reputado especialista en Parasitología; tras el se encuentra el director general de Salud Pública, José Díaz Flores, un alto cargo cuya formación profesional (farmacéutico e inspector de Sanidad) lo convierte en hombre providencial para la toma adecuada de decisiones; al fondo está Domingo Núñez, jefe de Epidemiología y Prevención y pieza clave del engranaje. Su misión: actuar pronto y evitar males mayores.
TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Las autoridades canarias ya preparan una respuesta para hacer frente a una emergencia temible de la que alertan los expertos: sencillamente, los especialistas coinciden en que es cuestión de tiempo que se detecte en el Archipiélago el mosquito Aedes aegyti, que si bien es bastante pequeño resulta especialmente temible porque transmite el dengue, un virus que provoca en los humanos altas fiebres y fuertes dolores de cabeza, entre otros síntomas. Hoy por hoy, esta enfermedad provoca cerca de 100 millones de casos al año y está catalogada ya como epidemia por la Organización Mundial de la Salud.
Esta proliferación del dengue, considerada como la enfermedad tropical más extendida en el planeta, ya se propaga por nuestro hábitat geográfico, la Macaronesia, al punto que tanto Cabo Verde como Madeira ya han sufrido sus efectos.
Precisamente, lo acaecido en Funchal hace año y medio despertó todas las alarmas en las Islas y permitió al tándem que conforman la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias con el Instituto Canario de Enfermedades Tropicales recuperar los planes preventivos para detectar su llegada, interrumpidos cuando decayeron los fondos europeos que los impulsaron hace ya un lustro.
En la actualidad, puertos y aeropuertos de islas como Tenerife, Gran Canaria y La Palma (en breve se sumará Lanzarote) son controlados por los técnicos del Instituto gracias a un programa en el que la colaboración de las administraciones supone un ejemplo para otras causas.
Pero no basta. El mosquito llegará, es sólo cuestión de tiempo, y tanto en Madeira como en Cataluña (en este caso a cuenta del mosquito tigre) son dos ejemplos recientes de cómo la inoperancia de las autoridades facilitan la propagación de un mal de estas características.
Así que Canarias ya cuenta con un plan para responder a la llegada del mosquito, para que, como dice el director del Instituto, Basilio Valladares, “no perdamos ni un minuto” y evitar así la propagación.
Este plan, que incluye un protocolo de actuación, es el resultado de los trabajos efectuados por los especialistas asistentes a las jornadas Pequeñas picaduras, grandes amenazas, celebradas estos días en la capital tinerfeña.
Básicamente, el plan aprobado incluye una respuesta de inmediata ante la detección del mosquito en Canarias, y pasa por la creación de una red de alerta temprana que permita a las autoridades de las Islas tanto activar los recursos necesarios para la atención de posibles afectados como avisar a la población por cauces adecuados y, claro está, proceder al exterminio de la colonia de mosquitos invasora lo más pronto posible.

El brote de 2012 causó un desplome en las visitas a Funchal

El dengue no es mortal salvo que afecte a los más débiles de la casa (como a los niños y a los mayores), pero esta enfermedad urbana tiene el potencial suficiente para arruinar una economía como la canaria, que tanto depende del turismo. Así lo dejó ayer bien claro la vicepresidenta del Instituto de Administración de la Salud de Madeira, Ana Clara Silva, quien expuso en las jornadas celebradas en Santa Cruz de Tenerife que el brote surgido a finales del año 2012 causó cancelaciones de reservas diarias.
Tanto allí como en Cataluña pasó lo mismo: las administraciones no hicieron caso a los científicos hasta que fue demasiado tarde. En Madeira el turismo se hundió, mientras que el mosquito Tigre ya ha llegado a Murcia.